La última entrada pre-Mara era de Amboseli, donde apenas contaba algo y solo puse una foto. ¿Y qué ha sido de nosotros desde entonces?
Pues resumo este casi año que hace desde Amboseli.
Mónica se quedó embarazada (de ahí las fotos de Mara...) y en cuanto lo dijo en el trabajo desapareció el presupuesto que tenían preparado para renovarla otro año más; así que en poco más de mes tuvimos que vender dos coches, un montón de muebles y enseres caseros, colocar la casa, puesto que no habíamos avisado con tres meses, y pintarla, como es costumbre en los contratos de alquiler en Nairobi. Además, teníamos que empaquetar todo lo que nos queríamos llevar y comprar unos billetes decentes en fechas navideñas.
Al final, entre las maletas que mandamos con españoles nairobitas que pasarían las navidades en España y que pasaban por Madrid y las que llevamos nosotros, nos trajimos casi todo lo que queríamos (y seguramente algunas cosas más) en total casi 20 bultos grandes de una media de 20 kilos cada uno, más otros tres bultos grandes que pudimos meter en el contenedor de unos amigos de vuelta a Madrid.
Nosotros personalmente viajamos con seis maletas grandes, tres de mano y dos bicicletas debidamente empaquetadas. La entrada en el aeropuerto de Nairobi no fue un problema, había mucha gente dispuesta a ayudar; el problema fue la salida por el aeropuerto de Madrid, donde pude ver como alguna persona entorpeció incluso el paso de una mujer embarazada de seis meses tirando de un carro y empujando de otro. La Guardia Civil, que no debe poder ayudar físicamente, nos permitió que entraran algunos familiares a empujar los cuatro carros cargados hasta arriba de maletas.
Una vez en España y tras pasar las navidades poniéndonos hasta arriba, comenzamos a buscar trabajo (seguimos en ello por si a alguien le sobra alguno...) y a prepararnos para lo que se nos venía encima.
Por mi parte, yo seguí organizando cursos y alguno hasta salió, así que pasé un par de semanas en Costa Rica con un curso de tortugas marinas y algo más de un mes en Kenia con varios cursos de mamíferos. Entre dos de los cuales fui amablemente invitado al festival pastoralista de Kalacha en el norte de Kenia, una zona poco conocida y muy interesante (de la que ya pondré algunas fotos en otra entrada).
A la vuelta de Kenia, comenzamos a buscar piso en el pueblo cercano a Madrid donde siempre habíamos querido vivir, Manzanares el Real, y desde aquí es desde donde escribo.
La rutina diaria comienza con un paseo para que Mara se duerma. Tengo cinco recorridos básicos con algunas variaciones cada uno; mi madre me preguntó que si no me aburría caminando sin ver gente ni escaparates ni cosas así, a lo que en seguida cayó que eso es precisamente el tipo de cosas que yo evito.
Y cuando ya llevo casi dos meses donde muy pocos días no he salido a pasear con Mara a cuestas, me percato de la cantidad de fotos que he ido haciendo mientras ella dormía.
Dicen que Mara es la niña más fotografiada del mundo y si bien es cierto que le hago muchas fotos, no menos cierto es que yo siempre he hecho muchas fotos, así, por ejemplo, del tiempo que llevo en Manzanares el Real, tengo unas 120 fotos de Mara y algo más de 300 de paisajes, plantas y bichos de la zona (y os aseguro que tiro muchas fotos de estas y muy pocas de aquéllas, así que no hago muchas fotos a Mara, simplemente hago muchas fotos).
Y aquí va una pequeña muestra para que os animéis a visitarnos, que no todo van a ser viajes a lugares exóticos... al menos hasta que salga algo de lo que estamos solicitando (Bangkok, Katmandú, Montreal, Birmania, Nairobi, Botsuana, Mozambique, París, Suiza, Nueva York...)