En uno de estos dos pasamos un par de noches, no seguidas, el cráter del lago Nkuruba.
El sitio es idílico, un pequeño lago rodeado de un precioso bosque repleto de monos (colobos blanco y negro, colobo rojo, mono vervet, mono azul y mono de cola roja, más otros dos primates nocturnos, un gálago y el poto) con multitud de aves (destacando el turaco azul) y una paz y sosiego que invitan a quedarse una semana entera... por lo menos...