La estación biológica nos gustó mucho y está muy bien montada, el paisaje es muy bonito, una zona de sabana espinosa de acacias con kopjes (elevaciones rocosas que sobresalen del terreno circundante) desperdigados por aquí y por allá, todo ello atravesado por el río Ewaso Ngiro y con dos características que lo diferencias de otras reservas privadas de las muchas que hay por aquí, no admiten turistas y no está vallada.