Mundialmente famoso por ser el lugar que concentra más de la mitad de la población de gorilas de montaña y por ser donde en 1999 guerrillas procedentes del Congo mataron a 8 turistas, lo que fue una bendición para Ruanda, que trataba de recuperarse del genocidio y que ese ataque dio un definitivo espaldarazo para dominar el turismo gorilero hasta nuestros días.
Hay dos entradas principales, Buhoma y Ruhija, en la segunda se hicieron el lío y a punto estuvimos de entrar a ver gorilas por 100 dólares en lugar de los 500 que cuesta.
Pero hay vida más allá de los gorilas y el parque cuenta con una extraordinaria diversidad biológica y además puedes visitar el parque y hacer varias rutas andando sin necesidad de pagar para ver los gorilas. Claro que ellos se encargan de que vayas por las zonas donde saben que no están los gorilas.
El parque tiene un tamaño de unas 33000 hectáreas, que visto desde fuera parece pequeño, ya que está completamente aislado por zonas de cultivo y empequeñecido por ellas, pero hay que tener en cuenta que la masa boscosa continua más grande en España, el bosque de Irati en Navarra, apenas llega a las 16000 hectáreas. Visto así no parece tan pequeño.
Dimos un par de paseos, en uno de los cuales incluía un paseo por la frontera con Congo, así que técnicamente hemos estado en Congo.
Las fotos: