Esta vez he preferido dividirlo en varias entradas cortas con pocas fotos en lugar de una larga con muchas fotos: los de google me han dicho que así posicionaré mejor mi blog en la blogosfera... ¡que noooo... que es broma!
Aterrizamos en Entebbe y de allí salimos a Kampala, la capital del país; dormimos en un sitio que no mencionaré para no hacerles publicidad, puesto que ni la necesitan ni la merecen, y por la mañana temprano salimos en un flamante Land Cruiser alquilado hacia el lago Bunyonyi (recordad leed las ny como ñ) y a los diez kilómetros, ya completamente en brazos de Morfeo, para oprobio de Trinity, un espeso humo negro comenzó a entrar por los respiraderos del aire acondicionado. Diez metros más allá se apago y no volvió a arrancar.
Tres horas más tarde la típica furgoneta con el techo levadizo que queríamos haber evitado a costa del vil metal, llegó en nuestro rescate y estuvo con nosotros el resto del viaje, mostrándose tan incómoda y conveniente para safaris como ya sabíamos que eran este tipo de vehículos.
Cinco horas más tarde llegamos al lago, cogimos una pequeña embarcación y arribamos en una de las 29 islas del lago, donde nos alojaríamos en el que sería el primero de una serie de alojamientos que están participando en el concurso mundial de "alojamiento más cutre en sitio más interesante".
El lago está encajonado en una zona muy montañosa de suaves colinas onduladas, con una linea costera muy enrevesada y con numerosas islas, (29 como ya he dicho) lo que le hace escénicamente muy bonito. La densa población de la zona lo convierte a su vez en menos interesante de lo esperado, con todas las colinas aterrazadas y cultivadas, donde los escasos bosquetes sobrevivientes resultaron cultivos de eucaliptos.
Así que, aunque de belleza innegable, salimos a la mañana siguiente algo decepcionados hacia el parque nacional de bosque impenetrable de Bwindi (valga la redundancia multilingüe) famoso en el mundo entero por tener la población más importante de gorilas de montaña de todo el mundo.
Pero primero las fotos de Bunyonyi.