Después de eso fuimos de viaje con nuestros invitados, dos semanas con las amigas de Mónica y tres con los míos. Al final ya tenía ganas de estar un buen rato en casa sin tener que contestar preguntas; por el lado de las amigas de Mónica la pregunta más habitual era: ¿y esta conversación cómo sería con tus amigos?, por el lado de mis amigos la más recurrida: ¿lo estamos haciendo mejor o peor que las amigas de Mónica?
Luego, por supuesto, cada cinco minutos alguien preguntaba qué era lo siguiente que íbamos a hacer, pero al parecer sólo yo escuchaba la pregunta y nadie la respuesta porque al poco me volvían a hacer la misma pregunta.
Y así cinco semanas.
Os podréis imaginar que no os voy a echar de menos ni lo más mínimo.
Poco a poco iré poniendo fotos.
Por cierto notaréis algunos cambios en la web: se deben a los "consejos" recibidos entre pregunta y pregunta.
Gracias.